Sus experiencias como piloto de un escuadrón republicano fueron la base de su novela La esperanza (1938). Malraux combatió como voluntario en la II Guerra Mundial; capturado por los alemanes, logró escapar y desempeñó una importante actividad como coronel de la Resistencia francesa, pero fue detenido de nuevo. En 1945-1946 se incorporó al gobierno provisional de Charles de Gaulle y entre 1959 y 1969 desempeñó el cargo de ministro de Cultura. Malraux se involucró totalmente en los acontecimientos de su tiempo. Sus novelas tienen dos niveles, en los que cohabitan una acción fonética y un pensamiento angustiado. El primer tomo de su autobiografía es Antimemorias (1967). Malraux empleó sus experiencias asiáticas como telón de fondo de tres novelas: Los conquistadores (1928), La vía real (1930) y La condición humana (1933). Analizar “La Esperanza” implica meternos de lleno en una guerra en la cual, quizás más que en ninguna otra, los ideales más elevados se enfrentaron cara a cara con las realidades más urgentes. La novela comienza en las calles de Madrid y Barcelona, el 19 de Julio de 1936, cuando una buena parte de los trabajadores españoles, organizados por sindicatos y partidos de izquierda, consiguen frenar la intentona golpista impulsada por las fuerzas reaccionarias.
*Los conquistadores (1928)
*La condición humana (1933)
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