12 diciembre, 2006

Pablo. Qué cariñoso era aquel chico. Las tías a veces pueden llegar a ser unas víboras. No se porqué dicen que el mundo gay está lleno de personajillos detestables. En mi caso he tenido la oportunidad de rodearme de personas. No tengo cara de gay, no voy con ningunas pintas. Creo que los asusto. Debo parecerles un gran papá oso dispuesto a sacudirles un enorme abrazo. Me pregunto como será besar a un tio, más que interés siento una fuerte excitación, me sube por la espina dorsal justo hasta las cervicales, me pica entre los dedos, siento resquebrajarse mi aparente facha de aparente normalidad. Ese Alberto, no se lo que tiene. Me acerco a él con mis anchos hombros aparentando machote. Es guapetón, me divierte verlo a él y a mis compañeros de piso. Se lo deben pasar en grande. Remoloneando... Yo, ¿a quién cuanto mis penas? Me encantaría acercarme a él. Alberto mi anhelo. Se que en cierta manera le gusto. Alex tampoco está mal y Edu es guapete. Estoy convencido de ello, si me acerco a ellos, pierdo toda la tontería. Creo que cada vez... no se, al mirarme en el espejo, creo que es en los ojos, especialmente la mirada... he perdido esa mirada bobina, supongo que de estar con chicas, y he adquirido una mirada esperanzada y algo pícara. Espero que algún día alguién se de cuenta. Soy gay, sí, soy suyo. Si me va a detener prefiero que proceda. Si, es su trabajo, esposeme. Esclaviceme. Téngame por cautivo y abandonesé a mis besos. Me siento pletórico. Suerte de conocer a estos chicos es lo que tengo. Me han abierto los ojos, me han devuelto la esperanza. Mi novia, creo que era una auténtica manipuladora. Me traía loco con toda esa pantomima de la moda espiritualísta new age. Abraza tu árbol... déja que las ramas de tu árbol se agiten por el viento. Deslízate, eres un pingüino, deslízate, deslízate. Siente tu cuerpo traspasado por... Adéntrate en la inexpugnable naturaleza, déjate arrastrar por las aguas, domina desiertos desde la cumbre, que las ramas de los árboles transporten tu cuerpo hacia un lugar desconocido. Yo no era tan ingénuo, al menos hasta que la conocí. Baja la tapa del báter. Eres de un mal gusto imperdonable, no me acaricies el pelo, acabo de ponerme una mascarilla. Si pretendía apartarme de su lado lo ha conseguido con creces. Edu esta algo raro, le digo: estarás con el periodo. Creo que no le ha hecho gracia. Me lo perdona todo, una noche, me tengo que escapar con ellos por el ambiente. Venga os acompaño. Seguro que alguién me tira los trastos. Estas demasiado obsesionado. No hay duda, soy gay. Me tiembla la voz cuando me lo digo bajito, en mi habitación. Espero no hablar en sueños, se burlarían de mí. Alex no deja de meterse conmigo, tal vez le gusto. En cierta medida se que siente algo. Al menos se que puedo contar por descontado con su aprecio. Su hermano era muy amigo mío, me gustaba hablar con él, pero no es gay, esta emparejado con una chica rubia muy guapa. Este Alex tiene suerte, hasta las chicas quieren ser sus amigas, charlar con él. Creo que existe alguna faceta de él que desconozco. Los novios que a veces trae, por llamarlos de alguna manera, están bastante bien. No tiene mal gusto el chico. Sería estupendo montárselo con él. Seguro que se rie si tengo un gatillazo. Sin embargo Alberto, no se reiría. Parece un chico tan sensible, me encantaría ecucharle tocar el piano. Al principio, el que pensé sería pianista era Alex. Con esa manos tan delicadas. Las manos me encantan, las manos, en el fondo debe ser muy sensible. Me lo paso de maravilla chinchando a Edu, él sabe que lo aprecio mucho. Lo llevaría de la mano al ambiente, y le preguntaría si hay algo en el local de su agrado. Es un chico muy exigente, con él mismo y con los demás. Supongo que su antiguo novio lo llevó por la calle de la amargura. Cómo puede relacionarse con ese cretino. Es demasiado sensible. No se, me preocupa especialmente ahora, se pasa los sabados en casa conmigo, mirando la televisión. Es un caso, lo tiene todo al alcance. Me desvivo por mi y por el estado de animo de mis chicos. Mis chicos. Para mi són los péques. Un día voy a soltarle a Alex, tranquilo peque, enfunda tu arma, no estoy preparado para la diversión en esta velada. Déjeme observar si su arma es reglamentaria, seguro que se me escapa. Es una anguila. Seguro que lo caliento un poco.

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