09 mayo, 2006

OH POOR BOY

Aquellos *** que enseñan moral o discuten o mejoran la base **, además de un deseo oculto de ganar, un conocimiento ridículo de la vida, a la que han clasificado, dividido, canalizado; se empeñan en hacer bailar a las categorías al ritmo que ellos tocan. Sus *** se ríen y prosiguen: ¿y de qué sirve?

Si todos tenemos razón y todas las píldoras no son Pink, por una vez intentemos no tener razón.
TRISTAN TZARA Siete Manifiestos Dada
Cuando más me humillan, mayor gozo. Puede alguién envidiar la desorientación en otro. Utilizo muchas máscaras, en cambio otros disponen de un atractivo envoltorio. Me siento esquizo y ahora también esquivo. Los demás no me importan nada, o al menos finjo que no me interesan.
Albert Camus, decía algo así en El Mito de Sísifo, que se puede llegar al suicidio por la sencilla razón de que el individuo se ha cerciorado del auténtico sentido de la vida. También hay que tener valor: El suicidio como idea, puede suponer un gran alivio, sin embargo, no deja de ser en la mayoría de los casos, irrealizable. Conozco centenares de gente que están plenamente convencidos de que lo saben todo. Así, cuando temen no entender cualquier cosa, salen con aquello de que la filosofía es simple masturbación mental. Y digo, estos que dicen saberlo todo, ¿por qué no se suicidan? Se van a encontrar, sin ambajes, una rutina diaria, en la que, terminado el día, llegados a casa, comenzaran a hacer el amor con ellos mismos. Cada uno se masturba como puede, y cuando se habla de onanísmo, todas las pajas, vulgarmente hablando, són eso, pajas.
Puede que cuando recupere el aliento, trás la paliza dialéctica que me han propinado, decida recoger los pedazos... Sobre el papel es todo, mucho más sencillo. Si existe alguna dificultad, algún problema insalvable, se recurre a la división o subdivisión de tareas, y todo parece más sencillo. Yo me sentiría culpable, si alguién ante un argumento mío se ahogara en su propia ignominia, incapaz de hacerse oír, sería entonces, cuando le daría la razón o le animaría en ciertos aspectos, por muy superfluos que estos fueran. La realidad, es esta: siempre habrá alguién que pondrá el grito en el cielo, qué impondrá su voz, más potente y maleable, por encima de la tuya. En realidad, no se a ciencia cierta quién merece más consideración: un cultivado hombre de ciéncia, acostumbrado a litigar con ingenuos recien llegados, y por otra parte, acostumbrados perder con los de su mismo rango, o nosotros, los otros.

PJ HARVEY ON TOUR PLEASE LEAVE QUIETLY

PJ Harvey, ya una larga carrera sobre los escenarios, y todavía no habíamos tenido la posibilidad de verla en formato Dvd. Para resarcirse sale a la venta: PJ Harvey On Tour Please Leave Quietly (Island 2006). Sin embargo, quién compre el Dvd, se encontrará con algo muy distinto al típico formato de concierto. Desde un principio, podemos observarlo en la carátula, existe la intención, algo arty, de ofrecer una imágen de la artísta algo sesgada, espontánea y natural, aunque la película de espontánea tiene poco. PJ Harvey, sabe muy bien siempre, lo que quiere. El formato, pues, es muy particular, porqué la iconografía de su protagonísta, así lo exige. Así, más que encontrarnos con un concierto tradicional, nos encontramos con una sabia selección de imágenes, talentósamente servidas, con una postproducción muy depurada, un trasiego que da para todo: momentos anfetamínicos, medios tiempos, un backstage cuidadosamente seleccionado, así como distintos puntos de vista. PJ Harvey, aparece enfundada en diferentes vestuarios, y podemos observar, la sabia obtención de instantáneas de la artísta, en su frenético deambular, por diferentes escenarios y ciudades, con un público, más o menos abundante. El Dvd, nos ofrece innumerables pespectivas, distintos enfoques, una mirada sesgada, a la vez clara y oscura. Una seleción de canciones, tengo que reconocer,un tanto variopintas, dónde se dejan de lado canciones mayúsculas y discos como Rid Of Me (Island 93), para compensar, picotea por todos sus demás discos, sin olvidar alguna que otra rareza. A Perfect Day Elise, la he visto mejor interpretada, en Down by the Water , incluso no puede aguantar la risa, en un descuido, una espontánea sube al escenario, y hay un momento en que no hay nadie entre el público, se trata de un ensayo, a puerta cerrada. El Dvd da para mucho, mucho que descubrir. Ofrece acceso a las canciones en directo por separado, esta vez sin los pequeños cortes o cuñas del backstage, incluso podemos acceder a estos pequeños, y necesarios momentos (entre bambalinas) por separado. Unos créditos para luego pasar a una entrevista, que también escapa al cliché, salpicando la sesión con un making off de su último trabajo, Uhh Huh Her (Island 2004), incluso con parte del trabajo en videoclip, sesión fotográfica, trabajo de postproducción, pruebas de sonido, salidas por la gran ciudad, momentos distendidos, risas, críticas, rumores, afinación de voz, claroscuros, humanidad, protagonísmo, y entregados fans. Tengo que reconocer, que cuando pensaba en la edicción de un Dvd ideal de PJ Harvey, pasaba por mi mente, algo parecido a esto. Un set de canciones, interpretadas impecablemente, valiosas instantáneas para el recuerdo, un montaje a buen ritmo, con numerosos cortes, convenientemente estructurado, como un guante, para su protagonísta. Ni, siquiera en la entrevísta, como apuntaba, existe momentos para el tedio o el aburrimiento. Incluso, si no tienes ni papa de inglés, la entrevista y el concierto, parecen fabulosos. ¿Alguién, da más?