29 julio, 2006

PARALALEPÍPEDO

Lo mejor sería escribir los acontecimientos cotidianamente. Llevar un diario para comprendernos. No dejar escapar los matices, los hechos menudos, aunque parezcan frusilerías, y sobre todo clasificarlos. es preciso decir cómo veo esta mesa, la calle, la gente, mi paquete de tabaco, ya que es esto lo que ha cambiado. es preciso determinar exactamente el alcance y la naturaleza de este cambio.
Por ejemplo, ésta es una caja de cartón que contiene mi frasco de tinta. Habría que tratar de decir cómo la veía antes y cómo la* ahora. ¡Bueno! Es un paralalepípedo rectángulo; se recorta sobre..., es estúpido, no hay nada que decir. Eso es lo que hay que evitar, no hay que introducir nada extraño donde no lo hay. Pienso que éste es el peligro de llevar un diario: se exagera todo, uno está al acecho, forzando continuamente la verdad. Por esta razón, es cierto que de un momento a otro -y precisamente a propósito de esta caja o de otro objeto cualquiera- puedo recuperar esa impresión de anteayer. Debo estar siempre preparado, o se me escurrirá una vez más entre los dedos. No *nada, sino anotar con cuidado y prolijo detalle todo lo que se produce.
Jean-Paul Sartre, La Nausea
Lo Mejor de McSWEENEY'S Volumen I y II (Edición Dave Eggers), Mondadori.
Recopilación de relatos de diversos autores norteamericanos, que la Revista McSWEENEY'S editara bajo a la supervisión del también escritor Dave Eggers. El contenido se caracteriza primordialmente, por su carácter experimental. Entre los relatos se encuentran nombres tan destacables como: David Foster Wallace, A.H. Homes, Rick Moody, Johnatan Lethem, George Saunders o Jim Shepard, entre otros, además de muchos otros peor o menos conocidos. En la edición se presume de que algunos de los manuscritos de estos autores fueron rechazados por otras revistas de mayor tirada, y es que en los Estados Unidos, el número de publicaciones de relatos en revistas de calidad son innumerables y que esta publicación no anda lejos de convertirse en una de las más controvertidas.

Dennis Cooper, Guía, Acuarela Libros.
Autor polémico donde los haya, su obra cuenta con tantos adeptos como detractores, sobre todo debido a su predilección, por temas que en la actualidad significan tabú inmediato. Se trata , este libro, de una obra no apta para estómagos sensibles. Pero, pasando por alto estos inconvenientes, la prosa del escritor californiano, se caracteriza principalmente, por su lenguaje directo y más o menos sencillo, que esconde una clara intención de pillar desprevendo al lector y que ataca de frente los tabúes más representativos de la sociedad actual. Y, dado por hecho, que a la prosa de Dennis Cooper, se le suponga talento o no, no podemos dejar de reconocer, que en cuanto a la elección de temas escabrosos y a su planteamiento servido de modo sencillo, su autor es un francotirador nato.

David Mitchell, Escritos Fantasma, Tropismos, 2005.
A la espera de la publicación de la novela Atlas Clouds, podemos solazarnos de momento con los nueve relatos que integran esta atípica obra de este reconocido autor británico. Estas són nueve historias que pueden leerse como un solo bloque que nos permite , entre otras cosas, la posibilidad de cruzar el mundo, de punta a punta, mientras su autor, va tejiendo una trama que enlaza a sus personajes, cruzando destinos y reflejando los modos de vivir característicos de nuestro tiempo. Algo así, puede extraerse de la nota de promoción de su editorial en España, Tropismos. David Mitchell, apuesta por la diversidad en la escritura, y dejando de lado, que a su escritura, se le supone una alta calidad, su obra se diferencia y se aproxima a escritores de tal renombre, como lo fueran y lo siguen siendo, gracias a su posterior reconocimiento, como lo fueron: John Cheever, Eudora Welhty, John O'Hara, o Grace Paley.